Partes de la tragedia

                     Tomado de http://roble.pntic.mec.es/~lorbanej/teatro/contenidoteatro.htm
Cuando se habla del Teatro Griego, forzosamente hay que distinguir entre piezas teatrales trágicas y obras cómicas. De esta división hablaré más tarde a propósito del estudio que de la Tragedia griega hizo Aristóteles. De momento, antes de entrar a fondo en el comentario de una obra clásica de estas características como es Edipo Rey, sería conveniente pararnos un poco en la parte técnica de una Tragedia para ver los elementos que la componen. La mecánica escénica de una tragedia clásica es algo compleja: por ejemplo, la línea argumental no es expuesta de forma continua, sino que se ve interrumpida por las actuaciones corales. A modo de nuestras óperas, una representación trágica en la Atenas del siglo V debía alternar cantos, música, escenografía con los recitados de actores, que también cantaban o semientonaban determinadas partes de su papel. Las unidades que integran una pieza trágica, en general, y su funcionamiento solían ser:

El Prólogo. Es simplemente una introducción, aunque su tratamiento varíe según los autores. Para muchos se trata no del comienzo de la acción propiamente dicha, sino la parte en que se pone al espectador en antecedentes del argumento y se explica el "conflicto" que la obra va a dramatizar.

La Párodos. Con ella se iniciaba realmente el desarrollo de la acción y consistía en el canto de entrada del Coro. Por los accesos laterales del teatro arriba mencionados entraba el coro y se dirigía hacia la orquestra, lugar en que permanecía toda la representación. En este primer canto solía hacerse alusión a circunstancias previas a la acción dramática y relevantes para la misma, como luego comprobaremos en el estudio detallado de Edipo Rey

Los Episodios. Constituían los pasajes dramáticos "intercalados entre los cantos corales" y eran partes dialogadas en las que actuaban los actores. Sófocles fue el primero que introdujo tres personajes, haciéndolos coincidir en escena; entre sólo tres actores todos ellos varones (las mujeres parece que no actuaban en el teatro) se repartían todos los personajes individualizados en la obra: así en Edipo Rey el actor-Protagonista se encargaría del papel de Edipo y un Deuteragonista asumiría los de Creonte, Tiresias y el mensajero, puesto que estos no coinciden en la escena; por último, un actor-Tritagonista encarnaría el personaje de Yocasta y los papeles del sacerdote y el criado.

Los Estásimos. Eran los cantos del Coro que "sin moverse" de la orquestra ejecutaba acompañándolos en ocasiones de sonidos instrumentales y de danza. Para muchos, el coro no es propiamente un actor o personaje (aunque sí, como luego veremos, para Aristóteles, cuyas ideas, en este punto, defiende Ignacio Errandonea), sino que se situaba, en el plano dramático, a mitad de camino entre los actores y los espectadores: era espectador de la acción que en la escena los actores reproducen, pero también el Coro mismo, los Coreutas, o su director, el Corifeo, pueden entablar diálogo con los actores: a estos diálogos líricos se les denomina "Como" (en griego el término alude a la lamentación ante la muerte, y solían aparecer en los momentos de mayor importancia dramática con los que se subrayaba la acción. En cualquier caso, la misión del Coro sería la de comentar la acción dramática o la de aconsejar, o reprochar, animar o impugnar las acciones y palabras de los actores. Como indica I. Errandonea, para los críticos alemanes, que han impuesto sus teorías hasta hoy, el coro no tuvo más que un papel secundario como actor: para Schiller "el coro es una idea general"; para Goethe, "un espectador bien dotado y perfecto"; y por último, para Scheegel, "el espectador idealizado, que mitiga la impresión de escenas fuertes con sus consideraciones elaboradas líricamente". Los cantos corales tienen, en efecto, un lenguaje poético muy cuidado, en los que se van haciendo comentarios sobre el drama: hay en ellos acumulación de imágenes y alusiones mitológicas muy difíciles de comprender a veces para el espectador moderno. En cuanto a las intervenciones exclusivas del Coro, su canto solía tener tres partes: la "estrofa", durante la cual los componentes danzaban hacia un lado. La "antístrofa", en la que los miembros del coro danzaban hacia el lado contrario, quedando como estaban al principio. Y el "epodo", compuesto por varios versos que se cantaban por si alguno de los del coro había quedado descolocado al hacer la estrofa o la antístrofa, y así poder alinearse.
Estas dos partes (Episodios y Estásimos) se alternaban libremente en las obras.

El Éxodo. Es el canto final del Coro mientras "sale" del teatro al finalizar la tragedia. En Edipo Rey el éxodo se reduce a la despedida del Corifeo, quien, como es frecuente en la tragedia, lo hace diciendo una frase significativa con un fin de enseñanza.